El polémico aterrizaje de Lula en el gabinete de Brasil
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El gobierno de Dilma Rousseff en Brasil ofreció un puesto al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el gabinete. Los miembros de su Partido de los Trabajadores aseguran que es una buena estrategia, ya que Lula cuenta con una extensa red de apoyo en la izquierda brasileña que podría ayudar a reconstruir una base de sustento político y revertir la crisis de gobernabilidad.
Esto ayudaría a la actual mandataria a retomar las riendas de un programa económico necesario para hacer frente a la severa recesión.
Sin embargo, el objetivo no declarado es que la designación blindaría al ex presidente de la investigación de la justicia, justo en momentos en que amenaza con hundirlo.
La jugada, por eso, podría ser contraproducente. Por una parte, sería fuertemente cuestionada por una gran parte de la población, que quiere ver a los culpables de los delitos pagar por sus faltas. Para los inversionistas extranjeros sería un retroceso en los pasos que ha dado el país para hacer frente a sus pecados del pasado.
Pero además, Lula habría condicionado su decisión a un giro en la actual política fiscal de
Rousseff. Aunque doloroso, el ajuste es necesario, y abandonarlo ahora profundizaría la crisis.
